martes, enero 08, 2008

La luz azul.

Cuando veo llover, me invade la melancolía. Pero cuando veo lo rápido que pasan las vacaciones, me invade una sensación de desesperación tan intensa que no puedo evitar entregarme a un frenesí de, quién lo hubiera dicho, inactividad.
Con tantas cosas por hacer, tantos libros por leer, tantas películas por ver, tantos dibujos por trazar, tantos melodías por tocar, tantas fotos por tomar, y heme aquí, al inicio de la segunda semana del año, no haciendo otra cosa más que borrarme la raya frente a la computadora.
Pero bien, ¿por qué pasa esto? Me gustaría saberlo.
En Xico, el tiempo es discontinuo. Estuve allá una semana y sólo logro recordar dos acontecimientos: una boda y la nochebuena. Sin embargo, estoy convencido de que pasaron más cosas. Pero, repito, el transcurrir del tiempo fluye a saltos, como en un dvd rayado. O como en los recuerdos. Quizá sea por eso que rememoro así mi viaje a Xico: porque está en mis recuerdos. Como sea, empiezo a pensar que el tiempo en las vacaciones se comporta de la misma manera, esté uno en la ciudad o en el campo o en un bote de remos. Uno no lo ve venir. De repente, me encuentro haciendo planes para un día ¡en el cual ya estoy! O prometiéndome que no pasará de la primera semana sin que arregle mi cuarto, y vaya, estoy sufriendo para mover el mouse por que hay una colección de conchas de mar en mi escritorio. Pero como sea, cuando uno comienza a prometerse cosas, es que se siente culpable consigo mismo, y yo no me siento culpable, lo soy; así que dejaré de prometerme y comenzaré a activarme para así verter aquí mis aventuras resultantes. Por ahora me retiro, pues la luz azul del Wii me está llamando.
¡Salud!


P.D. Quizá las nimiedades tan poco importantes en la vida, como los videojuegos, son la verdadera razón de las deformaciones espacio-temporales. Quizá, pero creo que nunca lo sabremos.

miércoles, enero 02, 2008

Me gustaría un año que empezara en abril. O en junio. O uno que nunca terminara. ¿Cómo sería vivir en el día 733055? O mejor aún, ¿cómo sería en el día 3652501? ¿Cómo sería vivir en un tiempo continuo, sin opción a iniciar de nuevo las cosas, sin opción a prometerse que el siguiente año será mejor? Es como si cada año nuevo fuera un botón de reset, con el cual se nos otorga la oportunidad de iniciar todo de nuevo. O eso es lo que nos gusta pensar, aunque no sea cierto. ¿Por qué no podemos empezar todo de nuevo cada verano?
Un día alguien llegó y dijo: "Este es el primer día del año, celébrenlo." Y todos lo celebramos. Pero cada año nuevo llega en diferentes momentos para cada uno. Si el primero de enero es el momento de volver a empezar, ¿por qué no tener primeros de enero cada vez que sea necesario?

Blog de Evolución de la UNAM