-¿Te acuerdas de cuando odiaba a Carlos Jobim?- le preguntó mi padre a mi madre en la mesa.
-¿Sí? -dije intrigado.
-¿Y sí lo odiabas, papi?-preguntó escéptica mi madre.
-Me acuerdo que en alguna estación que transmitía cuando era chavo pasaban por lo menos dos de sus canciones cada hora. Pero yo ni siquiera asociaba su nombre a alguna canción. Lo que me molestaba era la voz del locutor anunciándolas cada vez "... y ahora, el inigualable Antonio Carlos Jobim". Así cada veinte minutos.
-Ja- me sonreí.
En la radio comenzaban a sonar los primeros acordes de Garota de Ipanema. De repente, todos nos callamos.
Olha, que coisa mais linda, mais cheia de graça...
Mi padre parecía perdido en sus memorias. Mi madre parecía combatir una mancha en el mantel.
...o seu balançado é mais que um poema, é a coisa mais linda que eu já vi passar.
Comencé a cantar quedito.
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2 comentarios:
una vez... no se si era criptido pero en 3 ocaciones eh visto a la muerte, 2 era un perro negro y otra una mujer bellisima...
me sirvio para recordarme...
saludos vic y cuidado con las almas de los pajaritos que estaban en ese laboratorio donde te gritamos miles de cosas :D
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