lunes, febrero 23, 2009

La mudanza hacia ninguna parte (I)

Un buen día volví a casa y me encontré con que los muebles de mi sala habían desaparecido. El día siguiente, al cerrar la puerta principal, me topé con que un señor estaba metido en el mueble de la cocina. Le di las buenas tardes y el me dio la imagen levemente insinuada de la separación de sus glúteos asomando de sus pantalones. Estaba haciendo plomería, claro. Todo comenzaba a tener sentido.
El día subsecuente, los muebles de la sala seguían faltando y en su lugar me encontré mi cama y la de mi hermana a la mitad del lugar. Y bueno, a esas alturas ya podía sospechar con seguridad que estaban remodelando mi casa. Pero si las camas estaban en la sala, ¿quién estaba en nuestros cuartos? A veces la mejor respuesta es la que precisamente evita responder la pregunta. ¿Quién estaba en nuestros cuartos? es una pregunta inocente. La respuesta es: ya no había cuartos.
La pared entre la recámara de mi hermana y la mía se había esfumado, dejando tras de sí rastros de soportes y tornillos en las paredes y en el techo y uno que otro pedazo de cascajo, los cuales Moy insistía en que fueran vendidos como recuerditos de "la caída del muro". En un principio no me preocupé por los recuerditos hechos de cascajo, sino por los pedazos de cascajo que estaban sobre mis pertenencias otrora colgadas sobre la ahora inexistente pared. Esto fue la gota que derramó el vaso de las elucubraciones, y entonces mis sospechas estuvieron más que confirmadas: nos estábamos mudando.
Pero, ¿adónde?

2 comentarios:

5inister dijo...

Orale, que bonito escriben los historiadores de la ciencia.

Un día me pasó algo parecido, llegué a mi casa y alguien se había, sentado en mi silla, comido mi sopa y acostado en mi cama ¿pero quién?

Victorvenom dijo...

Ah, agradezco el halago, mi buen Diego Pisanty. Pero piensa que de alguna manera se tenía que justificar nuestra existencia... y sobre todo, nuestra chupada de recursos públicos que representa estudiar algo tan raro como Historia de la Biología...
En fin, mientras espero a que venga el fisco a reclamarme, me sentaré a seguir escribiendo.
Sólo me da miedo que manden a Carstens... o_O

Blog de Evolución de la UNAM